BBC
31 marzo
2017
¿Bailar, caminar o hacer estiramientos?
Un estudio en Estados Unidos comparó el impacto de estas tres
actividades en el cerebro.
Y los resultados muestran que ciertos tipos de danzas que
requieren aprender coreografías retrasan la degeneración neurológica asociada
con el paso del tiempo.
La
investigación reveló que ese tipo de baile puede incluso aumentar la densidad
de la llamada materia blanca, la parte del sistema nervioso central que
coordina la comunicación entre las diferentes partes del cerebro.
Y los
efectos se notan muy rápido.
El
impacto positivo de la danza puede percibirse en el cerebro en un período de
apenas seis meses.
Voluntarios sedentarios
La degeneración
de la materia blanca en el cerebro, o desconexión estructural, es uno de los
principales mecanismos neurológicos detrás del declive asociado al avance de la
edad en funciones cognitivas como la velocidad para procesar datos, señala el
estudio.
Los
científicos investigaron el impacto de diferentes actividades en la materia
blanca en un grupo de 174 personas mayores de 60años. Algunos participantes
eran mayores de 70.
La
mayoría de los voluntarios eran sedentarios o hacían algún tipo de ejercicio
sin regularidad.
Todos
los participantes realizaron al inicio del estudio pruebas aeróbicas y de
capacidad cognitiva y velocidad de procesamiento de datos en el laboratorio.
Y se
les realizó un escáner cerebral con un tomógrafo de resonancia magnética.
Bailar, caminar y hacer estiramientos
Los
individuos fueron divididos posteriormente al azar en tres subgrupos.
Uno de
ellos comenzó un programa supervisado de caminatas enérgicas durante una hora
tres veces a la semana.
Otro
subgrupo comenzó un programa supervisado de estiramientos y ejercicios de
equilibrio tres veces por semana.
Y el
tercer subgrupo debió concurrir a un estudio de danza tres veces por semana
para aprender durante una hora una coreografía crecientemente compleja de baile
country.
La
danza requiere que los bailarines realicen formaciones con líneas, figuras
geométricas y cambios frecuentes de compañeros.
Resultados sorprendentes
Luego
de seis meses, todos los participantes fueron sometidos nuevamente a pruebas y
tomografías de resonancia magnética.
La
degeneración en la materia blanca era más clara en los participantes de mayor
edad y aquellos que habían tenido un estilo de vida más sedentario antes del
estudio.
Casi
todos los voluntarios de los diferentes subgrupos obtuvieron mejores resultados
en las pruebas cognitivas gracias al ejercicio, aún si su materia blanca
mostraba leve degeneración en la tomografía.
Eso
indica, según los científicos, que puede haber un retraso entre los cambios
estructurales en el cerebro y el momento en que comienzan a experimentarse
problemas con el pensamiento o la memoria.
Aquellas
personas que ya realizaban ejercicio antes del estudio fueron las que mostraron
menor declive en su materia blanca, pero las que aprendieron las coreografías
mostraron incluso un aumento en la materia blanca de acuerdo a las tomografías.
La
materia blanca del fornix, una parte del cerebro
relacionada con la velocidad de procesamiento y la memoria, mostró en el grupo
de baile una mayor densidad que seis meses antes.
Coreografía exigente
Agnieszka Burzynska, una de las autoras del estudio, señaló a la
prensa estadounidense que las exigencias cognitivas de la danza con sus nuevas
coreografías podrían haber afectado las características bioquímicas del tejido
cerebral del fornix.
Burzynska es
actualmente profesora de desarrollo humano y neurociencia de la Universidad
Estatal de Colorado.
En un
estudio en 2014, la misma investigadora constató una asociación entre la
integridad estructural de la materia blanca no sólo con la intensidad del
ejercicio, sino con las horas de sedentarismo.
En
otras palabras, estar sentado durante demasiado tiempo tiene un efecto dañino
en el cerebro, aún si se realiza media hora de ejercicio al final del día.
En las
conclusiones del nuevo estudio, Burzynska y sus
colegas señalan que la investigación sugiere que "el envejecimiento del
cerebro es detectable en una escala de seis meses, lo que deja en evidencia la
urgencia de encontrar intervenciones efectivas para hacer más lento este
proceso".
El estudio
sobre el impacto positivo del baile podría contribuir a nuevos tratamiento en
algunas demencias, afirman los autores del estudio publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience.
Pero el
mensaje crucial para todos es que a medida que pasan los años se debe bailar,
caminar o realizar otros tipos de ejercicio.
El gran
enemigo del cerebro es el sedentarismo.